Ahora que todos los docentes queremos ser innovadores e implementar la tecnología en nuestras aulas, podemos no saber si nuestros esfuerzos por hacer un buen uso de los mismos, darán los resultados que deseamos.
Sucede que comúnmente, hacemos un uso meramente técnico de los dispositivos que tenemos a nuestro alcance, y con esto me refiero a que nos dedicamos, sin darnos cuenta, a que el alumnado practique la reproducción y no la producción, y por tanto, no permitimos que hagan uso de procesos mentales superiores y limitamos el razonamiento de cada estudiante, permitiendo que permanezcan en la zona de confort y no tengan un progreso o aprendizaje significativo.
Pero, la gran pregunta es: ¿Cómo evitamos caer en la reproducción de contenidos?
Aquí te presento un gráfico que te puede ayudar a comprender mejor la función y el fin del uso de los medios.
Así, nuestra finalidad como educadores que implementan los medios tecnológicos dentro de sus aulas, es la de promover la producción de contenidos y motivar para crear nuevos proyectos que además de aportar socialmente, contribuyan a la formación del alumnado.
Cada vez que implementes la tecnología en tu aula, cuestiona si en realidad estás buscando la reproducción, y de no ser así, reorienta tus objetivos para que no seas uno de los docentes que caen en el uso técnico de los medios.
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